El “Hermano” ha dicho hasta luego a su segunda casa, Escuelas Católicas. A Julio Longares le gusta pasar desapercibido pero es difícil que lo consiga porque aunque no hable demasiado, todo el mundo sabe que es un hombre con buen criterio y que le acompaña la sabiduría de su ser, de la experiencia, de los años. Sus compañeros le pusieron el apodo de “hermano” y, aunque por todos es sabido que Longares pertenece a los hermanos Maristas, su sobrenombre indica que es nexo entre unos y otros y que siempre está cuando se le necesita, que tiende su mano y así ha dicho que lo seguirá haciendo en Escuelas Católicas de la Comunidad Valenciana, “siempre y cuando esté por estas tierras”, explica el hermano Julio que acaba de despedirse de su 8+1. Ocho años al frente de la Secretaría autonómica de la organización y un año en el Departamento pedagógico de la misma hacen que Julio se merezca este escrito de agradecimiento. Él se despide con su humor ácido, ese que crea carcajadas en los demás..
Es un hombre cercano, las puertas de su despacho siempre han estado abiertas, pero eso es algo que viene de lejos. Los que lo han conocido al frente de la dirección del colegio Nuestra Señora de la Salud de Algemesí recuerdan con cariño cuando siendo muy pequeños entraban en su despacho y le contaban sus cosillas.
Dice Julio que “la vida son etapas” y que la que ha pasado en Escuelas Católicas de la Comunidad Valenciana “me ha permitido crecer, experimentar, seguir aprendiendo…” Será por eso que su fiel compañera en la organización, Vicenta Rodríguez, reconoce que Julio “le ha dado alas”.
A sus 70 años, el hermano Julio quiere seguir con su órgano, continuar con su formación personal en Teología y dice que igual se decanta por el inglés que es “su asignatura pendiente”. Cuando habla de sus “hobbies”, digo aficiones (es bastante purista en lo que a la lengua castellana se refiere) habla con pasión de las mismas y recuerda su cámara de fotos Werlisa, la primera aula de informática que montó en su colegio o habla y habla sobre música.
Por eso, para que tu etapa que ya ha comenzado sea maravillosa, queremos encenderte un cigarro de compañerismo y de agradecimiento pero este tiene algo especial que nunca se acaba. Gracias por dar tanto.
Te quieren:
Tus compañeros de Escuelas Católicas de la Comunidad Valenciana, los que se marcharon y los que ahora están.